LOS NIÑOS Y EL DEPORTE

El deporte ayuda a un buen desarrollo de músculos y huesos y proporciona una buena aptitud cardiovascular, pero además, también tiene beneficios mucho más allá de los tangibles. El ejercicio ayuda a los niños a tener más confianza en sí mismos, favorece su autoestima y les ayuda a relacionarse mejor con los demás.

A medida que los niños crecen y se hacen más fuertes, el riesgo de lesionarse aumenta, en gran medida debido a la mayor fuerza implicada, además de diferencias marcadas de estatura y peso entre niños de la misma edad.
Algunos consejos para prevenir lesiones son:

- Utilizar equipo adecuado: Calzado, protectores, etc.
- Mantenimiento del campo de juego.
- Adecuada supervisión por parte de los profesores.
- Correcta preparación: Calentamiento, estiramiento, abundante líquido, apropiada alimentación y descanso entre competencia.
Las lesiones deportivas pueden ser agudas o subagudas.

- Las agudas se producen por un deporte de alta intensidad que provoca que el músculo o hueso llegue a su límite.
- Las subgudas corresponden a una lesión de otra lesión ya existente, se le conoce también como sobrecarga, por que se le exigió más de lo que el hueso o músculo podían tolerar.
La práctica de cualquier deporte siempre conlleva el riesgo de lesionarse, es por eso que es importante que ayude a su hijo a que aprenda a interpretar las señales de su cuerpo y a entender que el dolor indica que el cuerpo pide descanso.
Si piensa que su hijo puede estar lesionado, llévelo a un Kinesiólogo o a un médico para que pueda diagnosticarlo, esto ayudará a prevenir una lesión más grave y a volver al deporte o actividad física sin secuelas y en un menor tiempo.